Aunque algunos estudios recientes parecen revelar una relación familiar más específica para la distimia además de una relación familiar conocida de antes con los trastomos del estado de ánimo, y aunque los resultados con respecto a la relación entre la distimia y la personalidad depresiva así como la búsqueda de posibles correlates biológicos y psicológicos apoyan la validez nosológica de la distimia, los estudios de comorbilidad plantean preguntas difíciles. Los estudios de comorbilidad tanto con trastomos del eje I como con trastomos del eje II ponen en tela de juicio la validez de la distimia, pero también ponen en duda el modelo de categoráas actualmente en uso, más que la validez de una categoría determinada. Sin embargo, existen ahora datos suficientes, que confirman algunas hipótesis implicadas por el constructo nosológico de la distimia dentro de este modelo, para no descartar esta categoría. Por ejemplo, la distimia claramente no es un trastorno de la personalidad, y parece distinta también de la depresión mayor. El problema de la compleja naturaleza de la relación entre la distimia y la depresión mayor sigue todavía sin resolver.