The purpose of this preliminary study was to describe the quality of life (QOL) and emotional distress during pregnancy and early postpartum, and to examine the ability of psychopathological symptoms to predict QOL at early postpartum.Asample of 75 pregnant women (31 HIV-positive and 44 HIV-negative) was assessed during the second trimester of pregnancy and two to four days postpartum. QOL was assessed with the WHOQOL-Bref. The emotional distress was assessed with the Brief Symptom Inventory, and with the Emotional Assessment Scale. Seropositive women reported increased negative emotional reactivity and lower scores in social relationships and overall QOL during pregnancy than HIV-negative women. Both HIV-positive and HIV-negative women reported better QOL after the birth of their child, when compared with the pregnancy period. Among HIV-positive women, lower anxiety and depressive symptoms during pregnancy were, respectively, significant predictors of better psychological QOL and overall QOL at early postpartum. Less intense somatic symptoms predicted better physical QOL. Longitudinal assessment of QOL and emotional status may provide potentially useful information for tailoring psychological interventions in the maternity care of HIV-infected women, during their transition to motherhood.

El objetivo del presente estudio era valorar las perturbaciones emocionales y síntomas psicopatológicos en las primeras etapas de infección por virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Setenta y un sujetos homosexuales positivos al VIH y dos grupos de sujetos negativos al VIH (32 homosexuales y 26 heterosexuales) fueron valorados en una entrevista estructurada por dos evaluadores adiestrados. Los resultados mostraron la presencia de perturbaciones emocionales ya en individuos asintomáticos positivos al VIH, incluso en ausencia de depresión y/o ansiedad caracterizadas. Este déficit emocional parecía ser más importante en etapas más avanzadas de la enfermedad. Los síntomas depresivos y ansiosos parecían tener una presencia ligera pero significativa en ambos grupos de hombres homosexuales. Este déficit emocional podría ser el reflejo de un proceso adaptativo a las consecuencias amenazantes de la infección por VIH. No se deben descuidar las perturbaciones emocionales, incluso leves, porque su reducción contribuye al bienestar psicológico de los sujetos positivos al VIH.