El objetivo de la presente comunicación consiste en precisar los diversos modos en que el agua, recurso económico fundamental, resultó afectada por el proceso de modernización que implicaba la labor revolucionaria antifeudal del siglo xix y las consecuencias que de ello se derivaron. Para conseguir esta meta será necesario definir brevemente el régimen feudal de propiedad de las aguas y justificar el significado del neologismo despatrimonialización, que me he tomado la libertad de acuñar. Trazo general de las soluciones que dio la revolución liberal a los problemas de las formas de propiedad típicas del antiguo régimen es su carácter negativo, es decir, la eliminación de los factores que la hacían inmovilizada, amortizada o.vinculada. Como la tierra, tampoco las aguas tenían, en la etapa de predominio del sistema feudal, la condición de bienes libres de propiedad particular. El mencionado carácter negativo está en la base, incluso en su misma construcción gramatical, de los términos castellanos desamortización y desvinculación. Esta es una de las razones por las que me he decidido a emplear, en el caso del agua, el término despatrimonialización. He elegido también, y principalmente, esta expresión porque integra muy bien, en su parte positiva, las distintas situaciones que se dan respecto de la propiedad del agua en la sociedad feudal.