Published online by Cambridge University Press: 01 August 2011
The Grazalema Merino and Lebrija Churro Sheep and the Andalusian White and Andalusian Black goat breeds, previously chosen as priority breeds in need of conservation, were considered as having priority for this study. In order to define the genetic as well as the phenotypic profiles the following characters were used: head profile, ear size, ear orientation, ear consistency, horns, pigmentation of mucous, hoofs, udder, ñneness of fur, hair or wool, length of hair or wool, presence of wattles and goatee bear, supernumerary nipples., udder shape, orientation and pigmentation of nipple, and peculiarities of coat. The allelic frequencies for each system were calculated to obtain the genetic profiles of each breed. In the two goat breeds and in the Grazalema Merino breed, the majority of the loci were genetically in Hardy-Weinberg equilibrium, but this was not true of the Lebrijan Churro breed which seems to indicate that the latter was either subjected to natural or artificial selection for these genes or crosses with outside breeds had taken place. The profiles of the breeds were compared with foreign breeds considered traditional or unmodified by man. The profile of the Andalusian White has already been studied by Rodero and they reached the conclusion that this breed can be considered traditional, completing the studies made on other breeds from the Mediterranean area. The data on the Andalusian Black seems to indicate that this breed might be considered traditional or subtraditional with strong polymorphism in most of its characters. Although less markedly than in the latter breed, the same is true of the Lebrijan Churro. In this breed the deñning characters of Archaism fit well within those common to an archaic breed. The Grazalema Merino is more standardised than the above mentioned not as ñxed than the precocious ones.
Se ha trabajado con diferentes ganaderías de las razas ovinas andaluzas Merino de Grazalema y Churra Lebrijana y con las caprinas Blanca Serrana y Negra Serrana, elegidas entre el resto de las razas de Andalucía como prioritarias para su conservación. Para definir tanto los perfiles génicos como los fenotípicos se han considerado los siguientes caracteres: perfil cefálico, tamaño de la oreja, dirección de la oreja, consistencia de la oreja, tipo de cuernos, pigmentación de mucosas, pezuñas y mama, finura de piel y pelo o lana, longitud de pelo o lana, presencia de mamellas y de perilla, pezones supernumerarios, forma de ubre, dirección de los pezones y coloración y particularidades de la capa. Se han calculado las frecuencias alélicas de los distintos sistemas para, a partir de ellas, obtener los perfiles génicos de cada raza. Mientras en las dos razas caprinas y en la Merina de Grazalema, la mayoría de los diferentes loci se encuentran en equilibrio genético de Hardy-Weinberg, en la Churra Lebrijana no ocurre así, lo que es indicativo de que o bien esta raza ha estado sometida a selección natural o artificial para esos genes, o bien se ha cruzado con otras razas foráneas. Los perfiles de estas razas se comparan con otras extranjeras consideradas como tradicionales, es decir, escasamente modificadas en sus características por la acción del hombre. El perfil de la Blanca Serrana ya ha sido estudiado por Rodero, llegándose a la conclusión de que puede considerarse como raza tradicional, lo que completa los estudios efectuados para otras razas del área Mediterránea. Los datos referentes a la Negra Serrana parecen indicar que nos encontramos frente a una raza que puede ser estimada como tradicional o subtradicional, con un fuerte polimorfismo en la mayor parte de los caracteres. Algo semejante se presenta en la raza Churra Lebrijana, aunque con menor intensidad que en la anterior. Para ella, los caracteres deñnidores de arcaicismo se ajustan bastante bien a los propios de una raza arcaica. El Merino de Grazalema se encuentra más estandarizado que los anteriores, pero menos fijado que los precoces.