Esta nota estudia la territorialidad de las maras en Honduras contribuyendo así a los estudios y debates existentes sobre territorio, espacio y pandillas. La territorialidad se percibe según la noción de Robert Sack (1986) definida como estrategias geográficas de poder con las cuales se pueden influenciar, afectar y controlar relaciones sociales, personas u objetos dentro de un área delimitada. Centrándose en el caso de miembros encarcelados de la Dieciocho en Honduras, este trabajo demuestra que las maras desarrollan estrategias territoriales que desafían el orden territorial de la cárcel y, por otro lado, producen un nuevo espacio social llamado el barrio el cual surge como un centro de reclusión dentro de otro centro de reclusión.
La territorialidad de las maras encarceladas indica la habilidad de desarrollar reacciones y respuestas en distintas situaciones, incluso las políticas represivas de seguridad del estado hondureño; asimismo, es indicador de los altos niveles de violencia y exclusión que viven estos jóvenes marginados.