A pesar de su abarcadora influencia, La ciudad letrada de Ángel Rama (1984) ha sido sometida en los últimos años a una intensa crítica que ha cuestionado la relación demasiado unívoca que el argumento planteaba entre escritura y poder, así como su exclusión de las formas de alfabetización indígena, mestiza y afrodescendiente. El presente trabajo parte de estos debates para, revisando la obra crítica y los epistolarios de Rama, ofrecer una nueva genealogía intelectual del concepto que daba título al libro póstumo. En particular, se rescata el ensayo de 1980 donde Rama se refirió por primera vez a la ciudad letrada, titulado “La señal de Jonás sobre el pueblo mexicano”. La relectura del libro en diálogo con este trabajo previo nos permitirá ver que la idea de ciudad letrada no aspiraba a describir la totalidad de la realidad cultural de la América colonial, sino uno de los polos que la tensionan, uno de los lados de un conflicto cultural. “La señal de Jonás” ofrece una visión significativamente diferente de la ciudad colonial, donde la fuerza cultural de una plebe urbana y multirracial desafía los muros de la ciudad letrada y alcanza a penetrar la práctica intelectual de algunos de sus guardianes. Frente al pesimismo de La ciudad letrada, late en “La señal de Jonás” un utopismo similar al de Transculturación narrativa en América Latina respecto a las potencialidades políticas y estéticas de esa cultura urbana popular de raigambre colonial.