Se describe un contexto funerario correspondiente a una población costera del período Arcaico Temprano, cuyos rasgos se presentan como evidencia para proponer que la tradición Chinchorro sería de origen y desarrollo local. Los indicadores provienen del sitio Acha-3, vinculado a una tradición de adaptación marítima (9,000–8,000 a.P.). Estas evidencias validaría las siguientes propuestas: (a) define un patrón funerario, tecnológico y económico con fuertes vínculos Chinchorro; (b) la evidencia bioarqueológica demuestra que estos grupos manejaban una estrategia de subsistencia bien adaptada al ecosistema marítimo; y (c) representa un sitio funerario temprano para las tierras bajas del área centro sur andina, sustentado en dos dataciones de radiocarbono (no calibradas) de 8,120 ± 90 a.P. (Cuerpo 1) y 8,380 ± 60 a. P. (Cuerpo 3). El patrón mortuorio se caracteriza por una inhumación múltiple formada por tres individuos dispuestos en posición extendida, envueltos en pieles de camélido, lobo marino y esteras vegetales pintadas, con escasas ofrendas asociadas. Aunque no hay evidencias de momificación artificial, el claro intento de enfardar los cuerpos, la inhumación múltiple en posición extendida, y el contexto cultural asociado, nos permiten sostener la hipótesis de que la emergencia de las prácticas funerarias Chinchorro sería un desarrollo más bien local que alóctono.