Uno de los principios de base del derecho internacional aplicable en los conflictos armados es que, para con la población civil, integrada, por definición, por personas que no participan en las hostilidades, no esta permitido ningún acto de guerra.

Hasta la gran conflagración de los años 1939–1945, el derecho international no garantizaba prácticamente a la población civil una protección eficaz en caso de conflicto armado y no se proponía incluso tal objetivo, dado que la guerra se concebía entonces como una actividad estatal y que las personas civiles quedaban fuera de la lucha. Sin embargo, había principios y reglas generales, refrendados en diversos convenios internacionales, referentes, de una manera o de otra, tambien a la población civil.

El principio inscrito en la Declaración de San Petersburgo de 1868, según el cual «el único objetivo legítimo que los Estados deben fijarse en tiempo de guerra es el debilitamiento de las fuerzas militares del enemigo», se puede interpretar en el sentido de que los autores del documento pensaron en la protección de la población civil contra los riesgos de un conflicto armado.

La República Islámica del Irán comunicó, el 4 de julio de 1980, al Comité International de la Cruz Roja y a la Liga de Sociedades de la Cruz Roja su decisión de adoptar la media luna roja en lugar del león y sol rojos, como emblema y signo distintivo del servicio sanitario de los ejércitos. Tras esa decisión, la Sociedad nacional iraní también cambió sus nombre y emblema. Se denomina en adelante «Sociedad de la Media Luna Roja del Irán».

De conformidad con la práctica seguida en casos anteriores de modificación de emblema, el CICR solicitó a las autoridades iraníes que se comunique, asimismo, oficialmente ese cambio a los Estados Partes en los Convenios de Ginebra del 12 Agosto de 1949. En una carta conjunta de respuesta, fechada el 30 de julio y dirigida a la Sociedad nacional del Irán, el CICR y la Liga ponen de relieve la necesidad de tal comunicación, agregando que podrían, después, informar a todas las Sociedades nacionales acerca de dicho cambio, y que, además, esta cuestión figura en el orden del día del próximo Consejo Ejecutivo de la Liga.

La Asamblea del Comité Internacional de la Cruz Roja eligió a dos nuevos miembros, señores Olivier Long y Dietrich Schindler, que asumieron sus funciones el 1 de diciembre de 1980.

El señor Olivier Long nacío en Ginebra el año 1915. Cursó estudios de derecho, de ciencias económicas y de ciencias políticas. Es doctor en derecho por la Universidad de París, titulado de la Escuela de Ciencias Políticas, en París, y doctor en ciencias políticas del Instituto Universitario de Altos Estudios Internationales, en Ginebra.

Fue, durante la Segunda Guerra Mundial, miembro de la Secretaría del CICR; después, en 1943, jefe del Servicio Económico en la Comisión Mixta de Socorros de la Cruz Roja Internacional, que se ocupaba de las personas civiles victimas de la guerra.

Respondiendo a una ya antigua invitación de la Cruz Roja China, el presidente del CICR, señor Alexandre Hay, acompañado por su esposa, por el señor J.-P. Hocké, director del Departamento de Operaciones, y por el señor R. Gaillard-Moret, jefe de la División de Difusión y Documentación, estuvo, del 2 al 11 de noviembre, en la República Popular de China.

El recibimiento dispensado a la misión presidencial por la Cruz Roja China y por su presidente, señor Qian Xin Zhong, ministro de Sanidad, fue excelente y las conversaciones mantenidas fueron muy positivas.

La misión del CICR conversó también a alto nivel con personalidades gubernamentales de la República Popular de China: señor Liao Cheng Zhi, vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional; señor Zhang Wen Jin, viceministro de Asuntos Exteriores; el general Yan Jin Cheng, director adjunto del Departamento Político en el Ministerio de Defensa; señor Kao Yi, viceministro de Educación.

Tras invitación de la Alianza de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de la URSS, una delegación del CICR, dirigida por su vicepresidente, señor Richard Pestalozzi, estuvo, del 27 al 31 de octubre pasado, en Moscú. Dicha delegación también estaba integrada por el seóor J. Moreillon, director del departamento de Doctrina y Derecho, y por el señor Ph. Grand d'Hauteville, delegado regional para Europa.

La delegación mantuvo amplios intercambios de puntos de vista con los dirigentes de la Alianza, en particular sobre la difusión del derecho internacional humanitario, la ratificación de los Protocolos adicionales, el problema de la Cruz Roja y la Paz, y las actividades del CICR en el mundo.

En un mensaje en francés dirigido, el 25 de julio de 1980, al CICR y firmado por el secretario de Información, la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA) declara lo siguiente:

«Hemos recibido favorablemente el proyecto de ustedes relativo a la asistencia en Angola y hemos encargado al arriba mencionado que transmita a ustedes los términos de nuestra declaración de principio:…

UNITA renueva su adhesión a los Convenios de Ginebra y suscribe las normas fundamentales del derecho internacional humanitario aplicable en los conflictos armados…»

Un equipo del CICR, integrado por cuatro delegados, uno de ellos médico, efectuó, del 12 al 25 de octubre, una nueva serie de visitas a lugares de detención en África del Sur. En ocho lugares, los delegados vieron a 515 prisioneros condenados y a cuatro personas detenidas en virtud de la sección 10 del «Internal Security Amendment Act».

Por otra parte, una segunda visita tuvo lugar, del 24 al 26 de octubre, en el campamento de Mariental, en Namibia, donde estaban detenidas 118 personas en virtud de la Proclamación AG 9. Recordemos que el CICR había visitado por primera vez ese campamento el 3 de junio pasado.

Señalemos que un nuevo delegado regional del CICR fue nombrado para Pretoria: el señor Nicolas de Rougemont, que entró en funciones el 21 de septiembre.

La Cruz Roja Austríaca, que tiene más de 25.000 auxiliares benévolos, unos 300.000 adherentes y 1,2 millón de miembros de la Cruz Roja de la Juventud, es la organización asistencial más importante del país. Celebró, el 14 de mayo de 1980, el centenario de su fundación. Sin embargo, la actividad benévola de socorro había comenzado mucho antes en los territorios del imperio austro-húngaro.

En abril de 1859, cuando un conflicto armado parecía inevitable por el dominio en Lombardía, personalidades austríacas influyentes formaron, con la autorización del emperador, una «Unión Patriótica de Socorros» que, dos meses más tarde y con los servicios oficiales de sanidad, prestó asistencia a las víctimas de la batalla de Solferino y a sus familiares.

La Unión se disolvió cuando finalizó la guerra, pero reapareció al emprenderse la campaña contra Dinamarca y otra vez, dos años más tarde, en la guerra contra Prusia.

Hace veinticinco años, en junio de 1980, que el CICR asumió la dirección del Servicio Internacional de Búsquedas (SIB), en Arolsen. Como complemento de la reseña que con tal motivo insertó la Revista International en su número de julio-agosto, nos es grato publicar una carta enviada por el ministro de Asuntos Exteriores de la República Federal de Alemania al presidente del CICR.

El 6 de junio de 1980, se cumplió el XXV aniversario de la entrada en funciones, respondiendo a la voluntad expresada por la República Federal de Alemania, así como por los Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, del Comité International de la Cruz Roja, en Ginebra, para dirigir el Servicio Internacional de Búsquedas, en Arolsen.

Así pues, ha dirigido las actividades de este importantósimo centro durante más de los dos tercios de su existencia.

El tercer Congreso Mundial de la Sociedad Internacional de Prótesis y de örtesis (ISPO) y de la Asociación Internacional de Ortesistas y Protesistas (INTERBOR) tuvo lugar, del 28 de septiembre al 4 de octubre de 1980, en Bolonia. Además de unos 1.500 visitantes, se reunieron en el Congreso la mayoría de los técnicos y de los cirujanos ortopedistas mundiales, así como representantes de empresas especializadas en la fabricación de material ortopédico.

El CICR, que interviene en varias zonas del mundo en favor de los minusválidos víctimas de la guerra, fue invitado a participar en ese Congreso para dar a conocer sus acciones y cotejar sus experiencias con las de otras organizaciones por lo que respecta a la ortopedia en los países en vías de desarrollo.