Una vez más han tenido ustedes a bien invitar al Comité Internacional de la Cruz Roja para asistir a esta Conferencia anual. Apreciamos el honor que le hacen y la confianza que le demuestran y deseo ante todo expresarles mi más sincero agradecimiento.

En el año que acaba de finalizar fueron muchos los acontecimientos dramáticos en el mundo. Los conflictos que asolan el Oriente Medio se situaron nuevamente en el centro de las preocupaciones del Comité Internacional y de numerosas Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja que han querido ser solidarias con las víctimas. Nuestro agradecimiento se dirige hoy especialmente a las Sociedades que nos han proporcionado los medios para actuar, tanto por su apoyo moral como por el envío de personal calificado, de socorros o de fondos. Desafortunadamente, comprobamos que la aplicación del derecho internacional humanitario por los Estados implicados en un conflicto, es cada vez menos satisfactorio.

Permítaseme expresar una viva gratitud por haber dado al Comité International de la Cruz Roja la oportunidad de participar en el importante debate con el que comienza la reunión anual del Comité Ejecutivo del Programa del Alto Comisionado, así como gran satisfacción por la armoniosa colaboración entablada con el Alto Comisionado, en el que encontramos siempre comprensión, apoyo y una firme voluntad de buscar soluciones a los problemas comunes de nuestras dos Instituciones.

Quisiera yo destacar, ante todo, con el asenso de la Liga de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que esta reunión del Comité es la primera que se celebra tras la aprobación, el mes de noviembre de 1981, en Manila, por la XXIV Conferencia Internacional de la Cruz Roja, de una importante resolución (la XXI) relativa a la acción de la Cruz Roja Internacional en favor de los refugiados, en la que se traza una línea de conducta para la repartición de cometidos y de responsabilidades entre el Alto Comisionado para los Refugiados (ACR) y la Cruz Roja.

Me siento muy honrado y estoy muy agradecido por tener la oportunidad de explicar la función del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y algunos aspectos logísticos de sus actividades de asistencia. No cabe duda de que muchos conocen la Cruz Roja en general, pero puede ser interesante reseñar la posición y la función especiales del CICR en el Movimiento de la Cruz Roja y entre todas las otras organizaciones humanitarias. Explicaré a continuación cuáles son las dificultades logísticas que debe superar el CICR para desplegar sus actividades de asistencia.

¿ Se deben uniformar y normalizar los colores del emblema de la Cruz Roja ?

Esta pregunta parece preocupar a algunos miembros del Movimiento de la Cruz Roja y ha sido planteada, en varias oportunidades, al CICR. Se propuso que se definan científicamente los colores del emblema y que, para los brazales, banderas, insignias, papel de carta y publicaciones de nuestro Movimiento, sólo se utilicen los tonos que respondan a las normas así adoptadas.

Podría examinarse una cuestión similar por lo que respecta a las dimensiones y proporciones de la cruz roja que figura en el emblema: ¿ deberían reglamentarse y normalizarse ? El mismo problema se presentaría para la media luna roja: ¿ deberían estar dirigidas sus puntas hacia la derecha o hacia la izquierda? ¿tendrían que estar más, o menos, juntas ?

El presidente del CICR, señor Alexandre Hay, visitó la URSS, del 16 al 19 de marzo, acompañado por el señor Jean-Pierre Hocké, director de Actividades Operacionales del CICR. El delegado general del CICR para Asia, señor Jean de Courten, y el señor François Zen Ruffinen, delegado zonal, estaban ya en Moscú desde el 14 de marzo.

Este viaje a la URSS posibilitó entrevistas con interlocutores de alto nivel, para intercambiar puntos de vista acerca de asuntos humanitarios de interés común, de los cuales cuestiones relativas al conflicto afgano.

En el Ministerio de Relaciones Exteriores, el presidente del CICR se entrevistó con el primer viceministro de Relaciones Exteriores, señor G.M. Kornienko, y con varios de sus colaboradores.

En su sesión del 3 de marzo, la Asamblea del Comité Internacional de la Cruz Roja nombró vicepresidente al señor Victor H. Umbricht, que es miembro del CICR desde 1970.

El señor Umbricht, doctor en derecho internacional, ha prestado servicios sucesivamente en el cuerpo diplomático suizo (1941–1953), en el Banco Mundial, Washington y, luego, en la Administración Federal suiza de Finanzas, Berna (desde 1957). En 1962, dejó de prestar servicios para la Confederación Suiza y comenzó a prestarlos en el sector comercial: fue nombrado presidente de Ciba Corporation en los Estados Unidos y, desde 1964, es miembro del Consejo de Ciba Geigy SA, en Basilea. En varias oportunidades, ha efectuado misiones delicadas encomendadas por el secretario general de las Naciones Unidas y por el CICR.

El vicepresidente de la República de la India y presidente de la Cruz Roja de la India, señor Hidayatullah, visitó el 25 de febrero la sede de la Liga de Sociedades de la Cruz Roja y la del Comité International de la Cruz Roja en Ginebra.

Recibidos, en la sede de la Liga, por el señor Hans Hoegh, secretario general, y por sus principals colaboradores, el señor Hidayatullah y quienes lo acompañaban recibieron informaciones acerca de las actividades de la federación mundial de las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, por lo que atañe al desarrollo de las Sociedades Nacionales, a la asistencia prestada a las víctimas de catástrofes naturales, así como a la acción en favor de la juventud y de los minusválidos. Se abordaron, en el transcurso de la conversación con el secretario general, diversas cuestiones de índole humanitaria.

La República Unida de Tanzanía depositó, el 15 de febrero de 1983, ante el Gobierno suizo, los correspondientes instrumentos de adhesión a los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto del949, relativos a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales y no internacionales, aprobados en Ginebra, el 8 de junio de 1977.

Estos instrumentos se registraron el 15 de febrero de 1983 y, de conformidad con sus disposiciones, los Protocolos entrarán en vigor, para la República Unida de Tanzanía, el 15 de agosto de 1983.

El Gobierno de la República de Zimbabwe depositó, el 7 de marzo de 1983, ante el Gobierno suizo, el correspondiente instrumento de adhesión a los cuatro Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 para la protección de las víctimas de la guerra.

De conformidad con sus disposiciones finales, la República de Zimbabwe será Parte en dichos Convenios seis meses después de la fecha en que se depositó el instrumento de adhesión, es decir, el 7 de septiembre de 1983.

Los Emiratos Árabes Unidos depositaron ante el Gobierno suizo, el 9 de marzo de 1983, dos instrumentos de adhesión a los Protocolos adicionales I y II a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativos a la protección de las víctimas de conflictos armados internacionales y no internacionales, aprobados en Ginebra, el 8 de junio de 1977.

México depositó ante el Gobierno suizo, el 10 de marzo de 1983, el correspondiente instrumento de adhesión al Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativo a la protección de las víctimas de conflictos armados internacionales (Protocolo I), aprobado en Ginebra, el 8 de junio de 1977.

El 14 de marzo de 1983, la República Popular de Mozambique depositó ante el Gobierno suizo un instrumento de adhesión a los cuatro Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 para la protección de las víctimas de la guerra. De conformidad con las cláusulas finales de los Convenios, éstos entrarán en vigor, para la República Popular de Mozambique, el 14 de septiembre de 1983.

La acción humanitaria del CICR en el altiplano central angoleño (Planalto) se reanudó a finales de enero, después de cuatro meses de interrupción por falta de seguridad.

Se tomó la decisión de reanudar esa acción tras una serie de gestiones emprendidas, en particular, ante UNITA, con la que tuvo lugar, los días 18 y 19 de enero, un encuentro entre una delegación del CICR encabezada por el director de Actividades Operacionales, señor J.-P. Hocké, y el señior Savimbi, presidente de UNITA, a quien acompañaban algunos de sus colaboradores.

Celebradas esas conversaciones y recibidas nuevas garantías de seguridad por parte de UNITA, el delegado general del CICR para África, señor J.-M. Bornet, visitó Angola del 2 al ll de febrero. Se trataba esencialmente de trazar cuanto antes, con la delegación del CICR, un programa de reactivación progresiva de la asistencia en Planalto.

La Conferencia Anual de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja árabes, se celebró en Bahrein, del 23 al 25 de enero. Representó al CICR una delegación, dirigida por su presidente, señor Alexandra Hay; estuvieron también presentes los señores de la Mata, presidente de la Liga, y Abou Goura, presidente de la Comisión Permanente.

Se aprobaron 20 resoluciones, cuya finalidad es, en gran parte, potenciar la colaboración de las Sociedades Nacionales árabes entre sí y con las Instituciones internacionales de la Cruz Roja.

En Canberra, capital federal del Commonwealth de Australia, se celebró, del 6 al 12 de febrero, un seminario zonal de derecho internacional humanitario. Al seminario, para profesores universitarios y altos funcionarios (civiles o militares) de los Gobiernos de la zona Asia-Oceanía, asistieron más de 60 participates procedentes de 14 países. De su organización se encargaron la Universidad Nacional de Australia (Canberra) y el Instituto Henry-Dunant (Ginebra), con la colaboración de la Cruz Roja Australiana y el apoyo del CICR. Representaron al CICR en el seminario los señores Rudolf Jäckli, miembro del Comité, H.P. Gasser y J.J. Surbeck, especialistas del CICR en derecho humanitario y en difusión. Representó al Instituto Henry-Dunant su director, señor J. Meurant; participó también, el último día del seminario, el presidente del Instituto, señor Enrique de la Mata. El delegado zonal de la Liga asistió, asimismo, a las distintas reuniones.

La Cruz Roja Neozelandesa siempre se ha interesado por la difusión del derecho internacional humanitario y se ha mostrado muy activa al respecto. Dicha Sociedad había invitado al señor J.-J. Surbeck, especialista en difusión del derecho humanitario en el CICR, que viajaba a Australia con motivo del seminario zonal Asia-Oceanía, para que visitase también Nueva Zelandia, y había organizado, con la colaboración de la Universidad Victoria de Wellington, dos reuniones, del 2 al 5 de febrero, una en Auckland y otra en Wellington, para el público neozelandés y acerca de la Cruz Roja y del derecho internacional humanitario.

En esas reuniones, los participantes escucharon al delegado del CICR, a los profesores K.J. Keith y R.Q. Quentin-Baxter de la Universidad Victoria, así como a representantes del Ministerio de Defensa y de la Cruz Roja Neozelandesa. Tras esas intervenciones hubo animados debates y se hicieron numerosas preguntas a los conferenciantes.

La Sociedad Norteamericana de Derecho Internacional (American Society of International Law), en colaboración con la Cruz Roja Nacional Norteamericana y el CICR, organizó un seminario sobre el derecho internacional humanitario y los conflictos armados, que tuvo lugar del 16 al 19 de febrero en Honolulu. Representaron al CICR en ese seminario el señor Rudolf Jäckli, miembro del Comitá, y los señores Gasser y Surbeck, de la División Jurídica y del Servicio de Difusión del CICR, respectivamente. Los tres participaron muy activamente en el seminario, presentando ponencias y asistiendo a los debates. El presidente de la Liga, señor E. de la Mata, estuvo presente el primer día del seminario.

El Golden Gate Chapter (es decir: el Comité Local «Golden Gate») de la Cruz Roja Nacional Norteamericana en San Francisco también organizó un coloquio de un día, que se celebró el 22 de febrero, sobre derecho internacional humanitario y los derechos humanos, principalmente para los miembros de la Cruz Roja, pero también para todas las personas que se interesan por el tema propuesto.

Era la primera vez que un comité local de una Sociedad de la Cruz Roja tomaba la iniciativa de organizar un seminario de ese tipo y esa idea, que podía considerarse como arriesgada, tuvo pleno éxito.

El conde Maurice de Madre, francés residente en Suiza desde hacía varios años, tuvo la generosa idea de legar, a su muerte, en 1970, una importante cantidad de dinero al Comité Internacional de la Cruz Roja con el fin de ayudar a los delegados, a los médicos, a los enfermeros y a las enfermeras de las instituciones nacionales e internacionales de la Cruz Roja que, por haber participado en operaciones de socorro, estén en situación difí o se vean disminuidos en su salud.

Para administrar ese legado, se constituyó un consejo, integrado por representantes de la familia de Madre, del CICR y de la Liga. A partir de 1979, se han utilizado los ingresos para pagar subsidios a colaboradores de la Cruz Roja heridos, enfermos o inválidos por desempeñar su misión humanitaria. Los beneficiarios han sido, principalmente, una enfermera del CICR herida, el año 1948, en Jerusalén; un socorrista enfermero de ambulancia, voluntario de la Cruz Roja Libanesa, herido en Beirut, el año 1978; un socorrista de la Cruz Roja Centroafricana, herido durante los incidentes de Bangui, en 1979; un médico de la Cruz Roja Francesa que quedó inválido tras una misión en Tailandia, el año 1980.

La Asamblea General,

Recordando sus resoluciones 32/44 del 8 de diciembre de 1977 y 34/51 del 23 de noviembre de 1979,

Habiendo examinado el informe del secretario general sobre el estado de la firma y la ratificación de los dos Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra de 1949, relativos a la protección de las víctimas de los conflictos armados.

Tomando nota de la resolución VII de la XXIV Conferencia Internacional de la Cruz Roja, aprobada el 13 de noviembre de 1981,