Los estudios y análisis políticos contemporáneos relativos al Islam están, a menudo, impregnados de juicios y valores éticos propios del medio cultural de los investigadores.
Se destacan, al respecto, dos tendencias principales. La primera, que puede calificarse de « occidentalocéntrica », corresponde a la obra de orientalistas o de islamólogos formados en occidente e influenciados por la cultura occidental. En sus análisis del Islam, lo parangonan con las normas morales o políticas occidentales. La segunda, que podría llamarse « apologyética » se refleja, por lo general, en los escritos de pensadores musulmanes que, como reacción contra los ataques de que es objeto el Islam por parte de la primera escuela, intentan glorificarlo y, en particular, encontrar en el mismo las nociones y las novedades culturales del mundo moderno, es decir, de hecho, de occidente. Para éstos, el Islam sería, por ejemplo, el inventor y el promoter del gobierno democratico, del socialismo, de la separación de los poderes, de los derechos humanos y del derecho humanitario.