Published online by Cambridge University Press: 19 December 2017
El trabajo explora cuán estables fueron las estrategias humanas una vez que las poblaciones indígenas del centro-occidente argentino incorporaron cultígenos. Asimismo, evalúa si una vez incorporado el consumo de plantas domésticas, las estrategias fueron, o no, progresivamente apoyándose más sobre la producción y consumo de las mismas. El estudio compara tres sitios con restos humanos (Jaime Prats-1, Rincón del Atuel-1 y Cañada Seca-1) localizados entre sí a una distancia máxima de 40 km y en un valle considerado como el límite sur de la agricultura andina prehispánica. Estos sitios, que presentan una continuidad temporal, abarcan desde ca. 1900 (300 años posterior al registro inicial de las plantas domésticas en la región) a ca. 1400 años aP. Se comparan datos de isótopos estables (13C, 15N, 18O), morfometría craneal, mandibular y dental, junto a información contextual arqueológica. El sitio más antiguo, Jaime Prats-1, muestra semejanzas isotópicas y morfológicas con Cañada Seca-1, el más reciente, a pesar de no ser continuos en el tiempo. Ambos se diferencian de Rincón del Atuel-1, que temporalmente se intercala entre los dos. Los resultados señalan una mayor importancia del maíz en Rincón del Atuel-1, junto a una menor movilidad residencial, aunque en ninguno de los casos este recurso habría contribuido más del 30% a la dieta. Los sistemas humanos que ocuparon la frontera agrícola en estos primeros 500 años de uso de plantas domésticas muestran una alta variabilidad en su organización, sin cruzar umbrales que impidan retornar a sistemas de baja producción.
In this paper, we assess the impact of the introduction of cultigens on human organization and the resultant degree of dependence on food production and domesticated plants in central western Argentina. The study compares three sites with human skeletal remains (Jaime Prats-1, Rincón del Atuel-1, Cañada Seca-1) separated by a maximum distance of 40 km and located in the southernmost region of Andean prehispanic agriculture. The sites have regional temporal occupation continuity dating back to 1900 (300 years after introduction of domesticated plants) to 1400 years BP. Data from stable isotopes (13C, 15N, 18O), and cranial, mandibular, and dental morphometry are compared, along with archaeological information. Jaime Prats-1 and Cañada Seca-1 exhibit isotopic and morphologic similarities, despite not being chronologically contemporaneous. At the same time, these two sites have differences with Rincón del Atuel-1, temporally placed among them. Our results point to a greater importance of maize (although its dietary contribution is less than 30%) and lower residential mobility in Rincón del Atuel-1. Human systems that occupied the agricultural frontier during the first 500 years since the introduction of domesticated plants show high variability in their organizations, with agriculture playing a minor role in sustenance.