Hostname: page-component-78c5997874-v9fdk Total loading time: 0 Render date: 2024-11-15T05:04:11.283Z Has data issue: false hasContentIssue false

El cometido del médico en las visitas del CICR a los prisioneros

Published online by Cambridge University Press:  29 January 2010

Extract

El CICR visita a prisioneros en todo el mundo, tanto a prisioneros de guerra internados en campos como a detenidos políticos en prisiones o en comisarías de policía. En 1990, delegados del CICR visitaron a más de 84.000 prisioneros en unos cuarenta países. Efectúan estas visitas equipos constituidos en función del número de prisioneros que hay que visitar. Cada equipo está integrado por delegados suizos especialmente formados para realizar visitas y uno de los cuales, por lo menos, es médico.

Type
Protección de la Salud y Asistencia Médica en Caso de Catástrofe
Copyright
Copyright © International Committee of the Red Cross 1991

Access options

Get access to the full version of this content by using one of the access options below. (Log in options will check for institutional or personal access. Content may require purchase if you do not have access.)

References

1 En un país puede haber dos o varios contextos de conflicto: por ejemplo, en Afganistan el CICR visita a los prisioneros en poder de las autoridades gubernamentales en Kabul y en otros lugares; asimismo, sus delegados visitan a los prisioneros en poder de los muhayidin en territorio afgano, pero a partir de Pakistan.

2 Lo que en inglés se designa con el término «sanitation», que engloba las cuestiones relacionadas con el agua y con la higiene del medio ambiente.

3 La expresión «malos tratos» (MT) usada aquí es la que normalmente se utiliza en los documentos oficiales del CICR. De hecho, se trata de los casos de tortura y de tratos crueles, inhumanos y degradantes, tal como se definen o se citan en diferentes Convenios internacionales contra la tortura. Emplear el término MT no es pudor mal entendido ni timidez: permite entrar en materia sin que haya un reflejo de rechazo por pane de las autoridades (como ocurre con la palabra «tortura», por ejemplo). La ulterior descripción de los hechos no da lugar a ninguna duda en cuanto a la denominación empleada (véase más adelante).