El año 1994 será recordado como el de sufrimientos indecibles: poblaciones enteras amenazadas, muertas de hambre, aterrorizadas, masacradas, errantes por los caminos en un éxodo sin sentido. Será recordado también como el año en que se puso de manifiesto hasta qué punto el comercio masivo y el uso indiscriminado e inconsciente de armas convencionales de todo tipo fueron la causa de estos sufrimientos.
Aunque Ruanda es el ejemplo más sobrecogedor, no debe hacernos olvidar otros conflictos como los de Liberia, Angola, Bosnia-Herzegovina, Afganistán o Sri Lanka y, desgraciadamente, la lista es aun más larga. El Comité Internacional de la Cruz Roja presta servicios, más que nunca, en todos los frentes en los que se requiere protección y asistencia humanitaria de urgencia. Además, me gustaría presentar aquí algunas reflexiones, nacidas de la experiencia cotidiana de nuestros delegados.