La introducción de la CIE-10 ha cambiado los límites diagnósticos de los trastornos afectivos en la psiquiatría clínica. El actual estudio presenta la concordancia diagnóstica entre diagnósticos de la CIE-8 dados en 1993 y diagnósticos de la CIE-10 dados en 1994 a los mismos pacientes admitidos en ambos años, según el registro danés de admisiones psiquiátricas. En total, 1.487 pacientes tuvieron un diagnóstico de la CIE-8 de psicosis maniacodepresivas en 1993 y fueron readmitidos en 1994. La mayoría de los pacientes (84,0%) con este diagnóstico según la CIE-8 tuvieron un diagnóstico de trastorno afectivo según la CIE-10. Los pacientes con un diagnóstico de trastorno afectivo según la CIE-10 habían sido diagnosticados antes de maniaco-depresivos (69,6%), psicosis psicógenas (8,7%), trastornos de la personalidad (5,5%) o neurosis (3,2%), según la CIE-8. Así, el concepto de trastorno afectivo de la CIE-10 parecía más general y más amplio en comparación con la CIE-8.

La variación estacional en los nacimientos de los pacientes con esquizofrenia es un resultado epidemiológico replicado consistentemente. Pocos estudios han investigado este fenómeno entre los pacientes con un diagnóstico de trastorno afectivo. La mayoría de los estudios de la estación de nacimiento han empleado para el análisis estadístico la prueba c2, un método que ha recibido algunas críticas. Utilizando un estadístico del tipo Kolgomorov-Smirnov, se comparó la distribución trimestral del nacimiento de 6.646 pacientes con un diagnóstico de la CIE-9/10 de trastorno afectivo con la población general. Sólo los nacimientos de los individuos con formas unipolares de trastorno afectivo (n = 4.393) diferían significativamente de la población general, con sobretasas y déficit significativos en el segundo y cuarto trimestre, respectivamente. La aplicación de la prueba de desplazamiento no alteró estos resultados.

Aunque se han realizado firmes progresos en el desarrollo y diseminación de instrumentos válidos y fiables para la evaluación de la evolución de los pacientes, los avances en el establecimiento de metodologías estándar para la descripción y clasificación de los servicios de salud mental han sido limitados. Se necesitan métodos válidos y fiables de descripción y clasificación de servicios en la investigación sobre los servicios de salud mental para fines que incluyen: i) la comparación de los niveles de provisión entre áreas de captación y países; ii) la comprensión de la relación entre los indicadores sociodemográficos y el uso de los servicios; iii) la investigación del grado en que un servicio se puede sustituir por otro; iv) la evaluación de la puesta en práctica de programas, y v) la comprensión de por qué se observan evoluciones diferentes a partir de programas de tratamiento aparentemente similares. Cuando los programas de investigación abarcan países diferentes, la necesidad de métodos para comparar los contextos de los servicios locales es particularmente aguda. En este artículo se revisan las diversas contribuciones que se han realizado al cuerpo de investigación algo fragmentado en este área, y se analizan los problemas que han obstaculizado el desarrollo de instrumentos satisfactorios. Se propone un conjunto de criterios para metodologías satisfactorias de medición de los servicios, que incluyen: el desarrollo de nomenclatura estándar y definiciones operacionales de los tipos de servicios; la demostración clara de la validez y la fiabilidad; la amplitud, y la aplicabilidad y la similitud de interpretación en diversos países.

Presentamos dos casos de síndrome de Charles Bonnet en comorbilidad con enfermedad de Parkinson. Los pacientes desarrollaron alucinosis visual antes de comenzar el tratamiento antiparkinsoniano. Analizamos brevemente los posibles mecanismos fisiopatológicos que implican a la agudeza visual baja y la enfermedad de Parkinson con la alucinosis visual.