El extraordinario auge de la tecnología y de la electrónica, la evolutión cada vez más rápida debida a los inventos científicos corren el riesgo, ennuestra época, por lo que respecta a lo militar, de hacer que sea anticuado el señalamiento protector de los servicios sanitarios, tal como figura en los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949.
De hecho, tras más de un siglo, la identificatión de las personas y de los bienes protegidos por los Convenios de Ginebra se funda en un medio de señalamiento únicamente visual, mientras que los modernos métodos de guerra requieren muy a menudo medios técnicos de detectión: radar, radioidentificación, observatión con rayos infrarrojos, intensificatión de luz, detectión acústica. Estos detectores —o «sensores» — pueden combinarse entre sí; otros sistemas siguen siendo secretos. Así, un objetivo puede detectarse, localizarse y destruirse sin que sea necesario observarlo visualmente, lo que hace que el señalamiento únicamente visual sea insuficiente para la identificatión de las personas y de los bienes protegidos por los Convenios.